En artículo de hoy hablamos sobre cómo los padres y profesores pueden ayudar en situaciones de bullying. El acoso escolar es una realidad dolorosa que afecta a miles de adolescentes en todo el mundo. No solo daña la autoestima, también afecta el rendimiento académico, las relaciones sociales y la salud mental. Por eso es urgente que padres, docentes y profesionales de la psicología actúen juntos para proteger a los jóvenes y enseñarles cómo prevenir el acoso escolar.

En este sentido, resulta de especial importancia que estén atentos y comprometidos con estar presentes y ser figuras de apoyo y seguridad en las vidas de los niños y adolescente. Principalmente, porque los adolescentes no siempre lo dicen con palabras, pero hay una serie de signos que pueden estar alertando de una situación de este tipo. Por ejemplo: cambios bruscos en el estado de ánimo, aislamiento social, excusas constantes para no ir al colegio, insomnio, pérdida de apetito, bajo rendimiento académico o incluso conductas agresivas. En definitiva, todo esto contribuye a detectarlo a tiempo, el primer paso para ayudar.

Otro de los puntos que preocupan a los padres y profesores es cómo pueden apoyar emocionalmente a un adolescente que sufre acoso. Aquí, lo más importante es que el adolescente sepa que no está solo. Escuchar sin interrumpir ni minimizar lo que siente, validar sus emociones y evitar frases como “seguro no es para tanto” son imprescindibles. A la par, mostrar empatía, reforzar su autoestima y ofrecer apoyo constante hará que se sienta comprendido.

Por otro lado, el papel de los psicólogos y orientadores educativos también puede ser calve. Un psicólogo puede ayudar a procesar lo vivido, desarrollar habilidades sociales, poner límites saludables y fortalecer su confianza.  Por ejemplo: los profesionales pueden diseñar talleres, guiar a las familias y trabajar con víctimas y agresores para sanar los vínculos.

Por último, cabe destacar que la prevención del acoso escolar comienza desde casa, con una educación basada en el respeto, la empatía y la tolerancia, y en la escuela, donde los docentes deben generar espacios seguros, intervenir ante cualquier señal de acoso y fomentar una cultura de inclusión.

En definitiva, el acoso escolar no es “un juego de niños” o “algo que ya pasará”. Esta dinámica puede ser traumática y repercutir negativamente en la salud mental infanto-juvenil. No obstante, también se puede superar con apoyo emocional, intervención oportuna y trabajo en equipo. Por todo ello, saber cómo prevenirlo es proteger el presente y el futuro de las nuevas generaciones.

Si consideras que necesitas ayuda psicológica, en Kaizen Psicología y Formación estaremos esperándote para ofrecerte el mejor servicio de atención psicológica tanto online como presencial en Alcalá de Henares.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *